Por qué fundé Billie Jeans
Siempre me ha gustado la tela vaquera, sobre todo la que parece más arte que ropa.
La calidad, el corte, la actitud. Decía algo sin esforzarse demasiado.
Pero con el tiempo me di cuenta de algo: la mejor tela vaquera se había vuelto inalcanzable.
Los precios subieron, la autenticidad bajó.
Así que decidí cambiar eso.
Para recuperar lo que hizo especial al denim en primer lugar: la artesanía, la confianza, la individualidad.
pero hacerlo justo, honesto y accesible de nuevo.
Billie Jeans nació de esa idea:
para crear unos vaqueros que tuvieran la misma calidad y presencia que las piezas de diseño,
sin los sobreprecios innecesarios ni el ruido de la moda rápida.
Cada par se construye con intención, desde la primera puntada hasta el ajuste final.
No está diseñado para todo el mundo, sino para aquellos que saben lo que quieren.
Personas que valoran la calidad, que se mueven con confianza,
que no siguen a la multitud, definen la suya propia.
Porque al final, no son sólo vaqueros.
Son Billie Jeans.